Muy buenas a todos:
Federico Quevedo es uno de esos periodistas que forma parte de la "derecha mediática", esa que se dedica a pelotear, lamer las botas y demás gestos genuflexos para con la cúpula dirigente del PP. Ya hemos analizado algunos de sus comportamientos y algunas de sus frases en esto del periodismo pero leyendo hace poco su columna, no nos deja de sorprender hasta que punto, por cobrar unos euretes más en algunas tertulias amigas es capaz de poner su pluma al servicio del PP.
Este hecho, todo hay que decirlo, no es exclusivo de este sujeto, pero con él alcanza la categoría de arte. Y no podemos decir otra cosa después de leer su última columna en "El Confidencial" titulada
"Ciudadano Kane contra Rajoy y la muerte política de Aznar".
La primera parte del articulo, cuando empecé a leerlo me gustó. Hace referencia a una conversación entre Pedro J. Ramírez (otro que tal baila) y Ana Mato, todo ello referido a los datos que surgen del informe de la UDEF y que se filtran alrededor del cobro de comisiones por parte del marido/ex-marido/pareja de la ministra. En esa conversación telefónica se manifiesta cierta prepotencia del periodista exigiendo la dimisión de Mato por los datos y una respuesta bastante gruesa por parte de la ministra (referida al vídeo clandestino filmado contra PedroJ).
De ese hecho, discutible o no, que demuestra la poca vista de la ministra, nuestro gacetillero afirma sin el menor pudor y con el mayor de los desparpajos la existencia
"de una auténtica conjura político-mediática destinada a llevarse por delante a Mariano Rajoy, cueste lo que cueste" (sic).
Desde ese momento empieza una carrera de decir chorradas que concluye con dos conclusiones:
1ª/ la culpa de todo la tiene Aznar;
2ª/ que Rajoy es completamente independiente de los lobbies de poder de nuestro país.
Que lo haga bien, mal o regular no es importante, que se haya saltado todo su programa electoral, y que se escude en la desastrosa ejecutoria de Rodríguez I el Traidor son excusas suficientes como para seguir a pies juntillas lo que digan desde el gabiente de prensa de Génova. Por supuesto, mucho humo pero ni un solo nombre ni ningún dato que acredite su afirmación. Muy al estilo de la conjura republicana de Ansón de allá por los 90.
Luego, y sin solución de continuidad se refiere a la hipotética abdicación del monarca y como la "prepara" el Gobierno. Para echarse unas risas de la cantidad de vaguedades y comentarios vacíos que perpetra.
Pero lo más preocupante es su último párrafo. Algo que deja a las claras que este sujeto al servicio del poder no es más que uno de sus voceros. A saber:
"Y en ese camino de los cambios, veremos también como este Gobierno se aplica en la búsqueda de un escenario territorial que acabe por contentar a todos, aunque eso signifique alguna clase de reforma del Título VIII de la Constitución para que se imponga un modelo que colme las aspiraciones financieras de Cataluña. El problema es que todo eso preocupa a cierta gente, gente que no parece dispuesta a ver como el país cambia sin ellos obtener nada a cambio, y de ahí, y solo de ahí, puede comprenderse buena parte de lo que ahora mismo estamos viviendo."
Osea, que según este tipejo Rajoy busca contentar a los nazionalistas catalanes con un sistema privilegiado de financiación autonómica. Si es cierto, se confirma que Rajoy es otro burócrata con mayor amor al poder que a la defensa de la Nación que le ha designado como su representante. Si no lo es, queda este mascachapas como lo que es. En todo caso es... L-A-M-E-N-T-A-B-L-E.
Un saludo a todos
