viernes, febrero 01, 2013

Voladura controlada

Muy buenas a todos:

Las últimas revelaciones referidas al caso Bárcenas, incluyendo las filtraciones de "El País", colocan al PP en una situación crítica. El posible cobro de comisiones por parte de la cúpula del PP a costa de las "mordidas" en su financiación puede suponer, de no adoptar una decisión clara sobre ella, de la desaparición del PP como partido político. 


Y no tanto por la galerna mediática que desde la Izquierda se están lanzando, sino más bien porque los cuadros medios del partido, algunos barones regionales y el electorado del PP no le van a perdonar esa situación: ya sea de corrupción al más alto nivel, ya sea por una situación de parálisis institucional. De un modo gráfico: el PP está ahora mismo como el ciervo que de noche es deslumbrado por los focos de un coche en medio de un carretera. Si se mueve a tiempo, saldrá y no habrá más que un susto. Pero si se queda parado, el coche no frenará y el ciervo acabará muerto en la cuneta.


Rajoy, especialista en eludir los problemas y no adoptar decisiones, en este punto va a tener que mojarse, lo quiera o no. Ya ha lanzado a sus "niñas" por delante (Cospedal y Sorayita) para ganar algo de tiempo, lanzando mensajes muy parecidos a los de los sucialistas en tiempos de Felipe González. Pero tarde o temprano, si no quiere que la sombra de la sospecha se convierta en una certeza de corrupción, va a tener que mojarse. Y en esas nunca se ha visto el gallego, que como todos vemos, es un especialista en ponerse de perfil. 


Los anuncios de innumerables querellas, acciones de rectificación, demandas civiles y resto de armamento jurídico son fuegos de artificio. El PP si quiere salir de este embrollo, es necesario que actúe de manera clara e inequívoca. Dimisiones y apertura total de su contabilidad. Caiga quien caiga. Pero como dije arriba, cuanto más se tarde en dar respuestas contundentes, la sensación de encubrimiento y de culpabilidad será mayor. 

Sin perjuicio de lo anterior, esto coloca al PP en una situación en la que alguno de sus dirigentes, y pienso fundamentalmente en Aguirre, aunque tampoco Feijoo es descartable, puedan empezar a plantearse una asalto a la planta noble de Génova. Quizás Rajoy quiera mantenerse como presidente del gobierno, pero no es nada descartable, en una correcta estrategia de salvar los muebles, un congreso extraordinario, la salida de toda la cúpula del PP pero su mantenimiento en el gobierno, a la espera de las elecciones generales de 2015. ¿Escenario posible? Sí. ¿Escenario razonable? DEsde luego. ¿Escenario probable? NI DE COÑA.


La ejecutoria hasta este momento en el PP va a ser, si nadie lo remedia, dejar que el asunto llegue al Tribunal Supremo y allí estancarse. Y como todos estos políticos de pacotilla, apegados a las encuestas, pensar en que la hipotética recuperación económica de 2014 lance a Rajoy a una reelección. 

Soñar es gratis.



Un saludo a todos


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