martes, diciembre 25, 2012

Faena de aliño

Muy buenas a todos:

Ayer S.M. el Rey volvió a perpetrar otro de esos discursos que últimamente nos acostumbra. Aplaudido con las orejas por el PP y el PRISOE, el discurso del jefe del Estado ha sido tan vacío como inoperante. Tan insulso como trufado de los tópicos que el buenismo y la tontigilipollez política invade.

Empezando por no hablar del lamentable espectáculo de su familia, pasando por el lamentable silencio sobre la corrupción política e terminando por la cuestión catalana. Todos estos asuntos según los "comentaristas" políticos han sido tocados, o cuando menos mencionados de manera colateral en su discurso. Como si hablar del pelotazo de su hija y yerno, o de la galopante corrupción de los grandes partidos, o si finalmente la posible secesión de una parte del territorio nacional fuesen temas menores, en los que una referencia velada y "circunfleja" bastase para satisfacer todo.

¿Espera algo distinto del Rey? No desde luego. Desde que accedió a la jefatura del Estado, y salvo la famosa noche del 23-F, se ha dedicado en su cargo a sestear y de paso, forrarse el riñón. Puede que crisis económicas hayamos pasado iguales o peores, pero desde un punto de vista institucional, se puede decir sin miedo a equivocarnos que nos encontramos al final del régimen constitucional surgido de la constitución del 78.



¿Tiene el Rey la fuerza política y/o moral como para dar un golpe de timón, poner firme a la clase política y dar carpetazo a la cuestión catalana? No. ¿Será su hijo y sucesor al trono el encargado de ello? Quien sabe. Lo que sí es evidente es que S.M. el Rey es ya un personaje amortizado en la historia de España. Solo falta saber cuando se le mete en el desván.



Un saludo a todos


Mortgage