Naciones pequeñas con pequeños hombres
Muy buenas a todos:
Como ya sabreís la mayoría de los que me llevan leyendo estos años, ejerzo la profesión de abogado. Y soy de esos que piensa que el respeto a la Ley es el pilar fundamental no ya de una sociedad democrática, sino de una sociedad. Cuando la Ley rige en una sociedad, la fuerza bruta desaparece y se puede hablar de una sociedad, no de una tribu, de una jauría o incluso de una piara.
Sin embargo, junto a esa visión, me siento terriblemente español, con todo lo que eso conlleva. Me siento orgulloso de la historia de mi Nación, historia tanto en mayúsculas como en minúsculas. Por el tiempo que me ha tocado vivir uno de los males que aqueja a mi Nación es el terrorismo etarra. Un grupo de delincuentes que con una visión deforme, racista e izquierdista de la vida, han matado a más de 800 de mis compatriotas.
Toda esta digresión proviene de la lectura de esta noticia:
Sí, soy legalista. Sí, creo en la Ley y en los derechos de todo ciudadano frente al leviatan del Estado. Pero, ¿qué cojones hace el CNI que no secuestra a ese hijo de perra en un avión inconsciente y lo presente con un lacito en la puerta de la Audiencia Nacional? ¿Por qué? Si sabemos que Venezuela es una dictadura que no va a extraditar a ese cabrón: ¿por qué no hay nadie con dos cojones en el gobierno que se atreva a traerlo a España?
Justo es en ese momento cuando me acuerdo de las bajadas de pantalones del ministro del Interior con Bolinaga, o el lamentable trato que se da en el PP a todos aquellos que no hagan seguidismo de la política de rendición heredada de Rodríguez I el Traidor.
Desde luego, en los USA se ejecutó a Bin Laden en Pakistan y Thatcher asumió los resultados de la operación Flavius sin inmutarse. ¿Y que tenemos aquí? Policías puteros y ministros trincones. Lo dicho, pequeños hombre con sus pequeñas miserias.
Un saludo a todos
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