sábado, febrero 11, 2023

Lamentable espectáculo... otra vez

Muy buenas a todos:

Me encanta la frase que al parecer Antonio Machado escribió en su novela "Juan Mairena". Directa, sin rodeos ni metáforas pero con una verdad tan aplastante que asusta.

"La verdad es la verdad. Dígala Agamenon o su porquero".

Y traigo a colación esta frase después del lamentable espectáculo ofrecido por Frijol (aka Feijóo) en relación a la frase emitida por un alcalde del PP, llamado José María Saiz. Aquí noticia por cortesía del diario de Pablo Sebastián:

 

 

Dos observaciones a la noticia. 

La primera es que ese señor no hace sino verbalizar lo que todo el mundo piensa, y no es otra que los méritos de Irene para ser ministra son la de haber compartido cama con Iglesias y ser madre de sus hijos.

La segunda es el COMPLEJO frente a la izquierda de nuestro Frijol y en general del PP nacional. No se indignaba tanto cuando llaman IDA a Ayuso o Carapolla a Almeida. En ese caso, calladito y a aguantar. Pero cuando un dirigente del PP se sale del discursito mimosín y centrista, todo es aspavientos y tonterías. 

Cosas como estas harán que VOX crezca como la espuma. El gobierno de Begoño ha hecho que mucho votante del PP, que está hasta los mismos que le insulten, le adoctrinen los hijos, se despilfarre el dinero y roben del presupuesto, se plantee votar a alguien que tiene la estrategia política de una compresa: no oler, no molestar y absorverlo todo sin manchar.


Un cordial saludo

jueves, febrero 02, 2023

De la imprudencia al delito puede haber una fina línea.

Muy buenas a todos:

Si es cierto lo que aquí se publica, el recurso de inconstitucionalidad presentado por el PP en relación al aborto puede generar bastante polémica y bastantes sorpresas. A saber:




Habrá que estar MUY atento al papel que al final tengan esos tres magistrados en relación no solo al tema del aborto, sino también al resto de los atropellos que Begoño ha perpetrado (o piensa hacerlo) porque una abstención/recusación no debidamente acordada, te lleva de cabeza a la prevaricación judicial.
 
Y tengo por seguro que la Sala Segunda del Tribunal Supremo no va a tener ningún tipo de miramiento con los que se salten la normativa para salvar el trasero del sucialismo hispano. 

Sí, es un triste consuelo el tener que ver como el Tribunal Constitucional se ha convertido en el último organismo del estado español lanzado al fango y al detritus, pero es lo que nos ha tocado vivir. 



Un cordial saludo


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