lunes, noviembre 02, 2009

No se vayan todavía, que aún hay más...

Muy buenas a todos:

La política es hasta cierto punto, como una película sin guión en la que interactuan varios personajes (con sus respectivos intereses) que se enfrentan a sucesivas situaciones. El devenir de la propia historia depende de esos mismos personajes y de como esas mismas situaciones se desarrollan con el tiempo.

En política, es necesario desde el primer momento, conocer a todos los "actores" y con ellos, sus intereses. Con frialdad, con serenidad pero siempre atentos. En nuestro actual mundo mediático, el tiempo vuela y las declaraciones no son realmente importantes. Lo son las acciones. El resto es palabrería y cortinas de humo.

Con esa idea afronto esta noche escribir sobre las mayor crisis del PP desde la pérdida del poder en 2004. Sin dudarlo, Cajamadrid y su toma de control está siendo la batalla que configurará el funcionamiento y estructura del PP en los próximos 10 años. Sentémonos a pensar.

PERSONAJES

1º/ Mariano Rajoy, el lider... no tan lider

El primer personaje es quizás el más simple. El principal interés de Rajoy es llegar a las elecciones de 2012 siendo lider del PP y con ello, llegar con opciones a la Moncloa.

Frente a otros políticos de raza, de declaraciones altisonantes y de dialéctica incendiaria, Rajoy actua más desde la frialdad (otros pueden llamarlo cobardía) que no desde el corazón. Se le ve más artíficial, más apegado a los asesores de imagen que no como un político que se preocupa por los problemas reales. ¿Alguno recuerda algún comentario hiriente o sarcástico en los últimos años a Rajoy? Salvo el término "bobo solemne" que da título a este blog, poco o nada hemos visto de Rajoy salvo sus discursos "académicos" y sus tomas de posición llenas de centrismo.

2º/ Alberto Ruiz Gallardón, el traidor

Personaje más poliédrico, comparte con la derecha las formas, pero con la izquierda el fondo. De igual modo, su interés es alcanzar la Moncloa, pero posiblemente no a través de un liderazgo asentado dentro de un partido, sino más bien a través de un "golpe de palacio" o de una sucesión de zancadillas, editoriales y añagazas que le coloquen en la Moncloa.

Al principio de mi vida como ciudadano, veía a Gallardón como una esperanza dentro de la clase política. Tardé en desengañarme pero analizada su trayectoria, no tengo la menor duda que representa lo peor de nuestra clase política. Desapego a los ciudadanos, cesarismo, megalomanía y falta de inteligencia.

Una joyita.

3º/ Esperanza Aguirre, ¿la liberal?

Tengo sentimientos encontrados con esa mujer. Por un lado, en su etapa de ministra, recuerdo verla como la mujer perfecta para poder influir en el PP y en su ideario, para insuflarlo de más liberalismo, y menos de puro estatalismo y democristianía (perdón por el palabro).

Sin embargo, el affaire Cajamadrid la ha colocado en una situación realmente paradójica. Reniega de sus propios principios de liberalismo para poder liquidar al último candidato que le frena para poder sustituir a Rajoy al mando del PP.

4º/ La prensa canallesca... e interesada

A un lado de la calle, PRISA y demás panfletillos izquierdistas. Su objetivo: conseguir la división de la derecha y conseguir una elecciones lo más cómodas posibles para Rodríguez I el Traidor. De momento, y aunque solo sea por los titulares y el "ruido mediático", lo están consiguiendo.

Al otro lado de la calle, el resto de medios (salvo uno) que defiende en lo que pueden a Rajoy de los embites de los dos "candidatos" que le asedian. Intereconomía, ABC, La Razón, etc... lanzados a proteger a Rajoy.

Y en el centro de la calle, El MUNDO y PedroJ, el nuevo proyecto de Polanco. Dando cornadas a diestro y siniestro, solo por el interés de reforzar su posición y su intento de convertirse en el nuevo Polanco de España. Nauseabundo.

Y LA HISTORIA HASTA AQUÍ

Nadie duda que las declaraciones de Cobo han sido el desesperado intento de Gallardón de cargarse a Esperanza Aguirre... dándole igual si con ello se lleva por delante al PP.

Gallardón sabe que Aguirre espera tranquila, tras su amago del congreso de Valencia, a que Rajoy se estrelle en las próximas elecciones generales. Espera sentada tranquilamente en la Comunidad de Madrid, mientras que Rajoy con su política melíflua, se estrella contra las sucesivas cortinas de humo y la política de gestos y frases vacías de Rodríguez I el Traidor. Es sencillo el razonamiento: Rajoy hace una política centrista; Rodríguez I el Traidor le acusa de fascista/ultra/asesino_del_general_Prim; Rajoy recula y así seguimos ad infinitum.

Entonces, ¿por qué Cobo/Gallardón ha lanzado semejante cañonazo? Pues muy sencillo. Gallardón, sin juegos olímpicos, con una deuda galopante, sabe que mantenerse en el ayuntamiento de Madrid supondría marchitarse mientras los problemas se le multiplican.

Su política de gestos cara a la galería, fundamentalmente de izquierdas, se agotarían y el PP le "jubilaría" en algún oscuro cargo sin mando ni presupuesto, a la espera de como un Rodrigo de Miñón o un Jorge Vestrynge, se vayan sin hacer ruido del PP. Necesita engancharse a la política nacional... a través de Rajoy. Posteriormente quizás le vampirice, pero de momento, le es imprescindible acercarse a Rajoy y ganar su favor para sobrevivir políticamente.

Hemos de recordar, llegados a este punto dos cuestiones:

- ya se postuló como presidente del gobierno en la victoria del PP en 1996, pensando quizás que Aznar no conseguiría una mayoría parlamentaria estable;

- como se pudo ver en el último congreso regional, carece de apoyos dentro del partido, de modo que muchas veces el propio PP aparecerá como obstáculo a sus intereses personales.

Visto desde ese punto, las declaraciones de Cobo/Gallardón son perfectamente razonables y lógicas.

Sin embargo Aguirre no esperaba esta situación. Y no la culpo porque la jugada es osada, pero tampoco se ha quedado quieta. Si su interés es heredar a Rajoy y debilitar su posición, es lógico que pida la cabeza de Cobo, y si me apuras, la de Gallardón por inductor.

Si a eso le añadimos los editoriales de PRISA (que trata de liquidar al PP en su conjunto para poner a su "chico") y por otro los de EL MUNDO / Libertad Digital acusan a Rajoy de centrista, vemos que aquí no se habla en el fondo de Cajamadrid y de la idoneidad de Rato como candidato, sino de Rajoy y su falta de liderazgo. Tampoco en esto Aguirre favorece al partido.

Y finalmente tenemos a Rajoy. Fustigado por la izquierda mediática y por parte de la derecha mediática, ya sea por no sancionar a Cobo o por sancionarlo poco, se encuentra con un dilema lógico: ¿que hacer? Si sanciono a Cobo, aparece en la izquiérda mediática mi imagen de facha intolerante (aun piensa Rajoy que hay que llevarse bien con PRISA) y Arriola se mosquea. Además, muerto políticamente Camps, Esperanza Aguirre aparece como heredera al sillón en Génova... y tener cerca a Gallardón le puede servir como escudo, quizás como aliado, aun a sabiendas de que guarda el puñal de la traición debajo del traje.

Sin embargo, si no lo sanciona, desaira a Esperanza Aguirre, evidencia una falta de liderazgo al no controlar a sus barones y la semilla de la división interna florecería. Si Ricardo Costa ya abrió el camino de chotearse de la dirección nacional, ¿otra vez lo vamos a ver con Cobo?

CONCLUSIONES

No las hay, porque como decíamos arriba, esto no tiene guión. Si Rajoy actua como de costumbre, sancionará a Cobo con (p.ejem. una suspensión de militancia) y todo seguirá igual. Esperanza Aguirre sabrá ya a ciencia cierta con quien puede contar para echar a Rajoy de Moncloa.

Pero, ¿qué ocurriría si Rajoy sancionase de manera ejemplar a Cobo? Por supuesto, la izquierda mediática bramaría por su tutelado e incluso podrían apagarse los fuegos de rebelión que empiezan a sonar por el PP.

¿Le ha llegado el momento a Rajoy de ser de verdad el lider del centro-derecha en España imponiendo su autoridad sobre tirios y troyanos? Creo que sí. Pero quien sabe porque Rajoy ejercerá de gallego hasta en esta situación, en la que hay que mojarse hasta el fondo.

Y como nota mental: me parece lamentable el papel de Aznar en todo esto. ¿Quién colocó a Rajoy en Génova y a Gallardón en la alcaldía? Ha dicho muy bien que faltan en el PP líderes, programa y proyecto. Y yo respondo, ¿y cuales fueron los suyos? ¿Colocar al candidato que menos le molestara al frente de Génova? ¿Y colocar a su señora bajo las faldas del primer político del PP que le intentó traicionar en 1996? Sr. Aznar, cállese que está más guapo.


Un saludo a todos


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