miércoles, diciembre 06, 2006

Una semana extraña

Este extraño puente ha hecho imposible analizar los gratuitos. Sin embargo, hay algunos temas que me han llamado la atención y sobre los que quiero reflexionar.

Burguer King y la ministra

No deja de ser sonrojante esa campaña, desatada desde el ministerio de Sanidad en relación a la mayor o menor cantidad en las raciones de una cadena de comida rápida.

Dejando a un lado la EXCELENTE publicidad que ello supone, me parece que la ministra, o la están equivocando con esa absurda campaña de hipotéticas denuncias, o simplemente es tonta. Y no porque el abusar de la comida rápida sea algo bueno, sino porque el medio empleado es nefasto. Amenazar con prohibir, censurar o sancionar es propio de la mentalidad de un político que desconfía en la inteligencia de sus ciudadanos.

¿Que los índices de obesidad infantil se han disparado en España? Puede que sí. Pues el remedio no es sancionar a la compañía que facilita comida rápida, sino discurrir un poquito más y pensar que las responsabilidades están un poco más repartidas. ¿Por qué los padres no vigilan lo que dan de comer a sus hijos? ¿No son más responsables los padres de la obesidad infantil? Pero claro, los papas votan en unas elecciones y Burguer King no.

Eso, y el detalle nada olvidado de que BK es una empresa americana. Y ya sabeís como les pirra a los progres dar "cornadas" al enemigo americano.

Chavez y Castro

Uno pensaba que la cercana muerte del dictador más longevo de Hispanoamerica supondría un gran salto adelante, para una región de especiales relaciones con España. Sin embargo, las cosas no han podido ir a peor.

Su heredero moral Hugo Chavez, ha sido reelegido en Venezuela. Demagogía, ineficiencia económica, populismo y dictadorzuelos indigenistas eso sí, muy antiamericanos, vuelven a florecer como las setas en otoño en el subcontinente.

Pero no hay problema. Nuestro Rodriguez I el Traidor lidiará con toda esa piara de amigos de la bota totalitaria. Lo dicho: estamos en una ineptocracia.

Okupas y ocupados

Cataluña va a dar lugar a las situaciones más esperpénticas que se hayan visto en muchos años. La última: juez que impide el desalojo de uno cuantos usurpadores que protestaban de un anterior desalojo. Porque quien ocupa un inmueble deshabitado no es un okupa, es un usurpador. Delito este recogido en el Código Penal.

No deja de ser sorprendente como los políticos que hasta hace poco, estaban instalados en la más miserable de las marginalidades, tienen que tragarse sus propias palabras, con la finalidad de atornillarse al sillón, mientras un grupo de delincuentes les sacan los colores. El alcalde de Barcelona y el Consejero de Interior de la Generalidad adoptando una postura decente cuando hasta hace no muy poco jaleaban a estos grupos de indeseables que, alérgicos al jabón como al ejercicio neuronal, se aposentan en un edificio ajeno.

Lo dicho: Cataluña es un circo de tres pistas con muchos payasos.


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