martes, junio 06, 2006

Arcadi Espada agredido por las nuevas juventudes hitlerianas


Si alguien quiere hacerse una idea de como era la Alemania de los años 30 puede darse una vuelta por Cataluña en estos días.

Mientras el gobierno nazional-socialista encabezado por Maragall practica la discriminación lingüistica y la corrupción económica, los radicales campan a sus anchas amedrentando a la poca oposición que se atreve a alzar su voz contra el déficit democrático existente en aquella (aún) región de España. ¿Para qué hace falta una policía autonómica, que no es capaz de proteger los más mínimos principios de convivencia en una sociedad civilizada? La realidad es que hay que enviar 367 Guardias Civiles (que anteriormente eran consideradas "fuerzas de ocupación" por los nazionalistas catalanes y a los que suponemos que no exigiran el conocimiento del catalán como hacen con cualquier otro funcionario que llegue a Cataluña) para luchar contra la delincuencia, por que la policía autonómica ha demostrado su incompetencia, y su principal cometido es la persecución de los castellanohablantes (multar a los que osen rotular sus negocios en castellano) y cobrar sueldos bastante más elevados que los de los policías y guardias civiles estatales.

Los hechos son contundentes: entre 20 y 30 fascistas catalanistas de izquierdas esperaban a Arcadi Espada a la salida de un acto contra el Estatut separatista de Zapatero. Y pudieron ensañarse a gusto con él por que, a pesar de que la policía autonómica estaba avisada, sólo hizo acto de presencia con dos efectivos que, por supuesto, no osaron intervenir. Recuerdan estos hechos tremendamente a la Alemania de Hitler, cuando las agresiones a judíos eran permitidas por el poder que las alentaba, como el poder político calalán formado por el PSC-PSOE e IPC-IU y sus satélites de ERC (hasta hace poco en el gobierno) y CiU alientan ahora estas agresiones con su política de crispación política contra todo lo que huela a España. Ya sabemos como acabó la Alemania de Hitler, esperemos que la Historia no se repita.


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