El antiRobin Hood
Parece ser que existen pruebas documentales que revelan que entre los siglos XIII y XIV un hombre llamado Robín Hood vivió en Wakefield, en el condado de York. El amo del país de Robín era el conde de Lancaster quién convocó a sus súbditos, que debían obedecer, a las armas para rebelarse contra el rey Eduardo XI. Esta revuelta fue aplastada y Lancaster fue capturado, juzgado por traición y decapitado; sus propiedades fueron confiscadas por el rey y se proscribió a sus seguidores. Robín se ocultó en el bosque. Pero todos sabemos lo que transformó a Robín Hood en un héroe, fue su defensa de los desamparados. Se apoderó de las riquezas de los poderosos y las distribuyó entre los pobres; además, al burlarse de las impopulares autoridades de esa época, se ganó el apoyo de los campesinos oprimidos.
Y vosotros diréis “¿y a cuento de qué nos cuentas esto?". La respuesta es sencilla. La semana pasada, pudimos observar el nacimiento del antiRobin Hood. Su nombre Xavier Vendrell. La semana pasada, los pobres, representados en este caso por los trabajadores de la Generalidad, sufrieron una nueva expropiación. No solo han tenido que soportar recibir cartas instando a financiar a ERC, con el 20% del sueldo, bajo amenaza de despido, sino que ahora han tenido que soportar que el mismo personaje que los extorsionaba sea, paradójicamente, el nuevo consejero de Gobernación, Consejería que es la encargada de investigar estas cartas.
Ya no son los pobres los necesitados, ahora son los políticos los necesitados, los que están al servicio no ya del pueblo, sino de su sillón, y con tal de no perderlo... se hace cualquier cosa, incluso se llega a decir que este nombramiento es por el bien de Cataluña.
No cabe duda, esto es un mundo feliz... para los antiRobin Hood de los pobres.
Y vosotros diréis “¿y a cuento de qué nos cuentas esto?". La respuesta es sencilla. La semana pasada, pudimos observar el nacimiento del antiRobin Hood. Su nombre Xavier Vendrell. La semana pasada, los pobres, representados en este caso por los trabajadores de la Generalidad, sufrieron una nueva expropiación. No solo han tenido que soportar recibir cartas instando a financiar a ERC, con el 20% del sueldo, bajo amenaza de despido, sino que ahora han tenido que soportar que el mismo personaje que los extorsionaba sea, paradójicamente, el nuevo consejero de Gobernación, Consejería que es la encargada de investigar estas cartas.
Ya no son los pobres los necesitados, ahora son los políticos los necesitados, los que están al servicio no ya del pueblo, sino de su sillón, y con tal de no perderlo... se hace cualquier cosa, incluso se llega a decir que este nombramiento es por el bien de Cataluña.
No cabe duda, esto es un mundo feliz... para los antiRobin Hood de los pobres.
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