Triste pero cierto
Muy buenas a todos:
Que el sucialismo patrio hace casi una década se encamó con los hijos de... ETA no es noticia. El problema terrorista que sufre España ha sido tratado desde todos los puntos posibles: desde escuadrones de la muerte (y ladrones) del GAL, pasando por la firmeza aznarita y acabando con la traición/rendición de Rodríguez I el Traidor.
Yo solo tengo dos preguntas que hacer. No espero respuesta, porque son terriblemente incómodas de responder por parte de sus destinatarios.
La primera es para los dirigentes socialistas, tanto a nivel autónomico como a nivel nacional. ¿Con qué cara van a mirar ahora mismo, no ya a una víctima del terrorismo, sino a cualquiera de los familiares de compañeros asesinados por ETA (los Lluch, Múgica o Buesa? ¿Qué mecanismo mental reduce a quien fue compañero, amigo o conocido a un simple "problema político" que se puede resolver con el diálogo? No creo que jamás me ofrezcan un cargo político porque no me creo capaz de reducir a una persona asesinada a simple problema o daño colateral.
Y la segunda pregunta va dirigida a los votantes socialistas, y en general a todo votante de izquierdas. A sabiendas de estos hechos, cuya gravedad soy muy consciente de calibrar, ¿vaís a seguir votando a este sujeto para las próximas elecciones? Alguien que es capaz de pasar por encima de una pila de cadáveres, ¿merece el respaldo no ya de un votante de izquierdas sino simplemente de una persona? ¿Tan bajo ha caído la izquierda que para redimirse electoralmente tiene que llegar al delito para tener un atisbo de esperanza electoral?
A la única y triste conclusión a la que puedo llegar, es que si las próximas elecciones generales, 8 millones de personas votan al Bobo Solemne, no es que nuestra Nación esté en peligro, es que está terminal. Si el electorado socialista es capaz de tragarse semejante comportamiento delictivo, merecemos desaparecer como Nación.
Un cordial saludo
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