La Trini está troná...
Muy buenas a todos:
Hay cuatro ministerios en los que los errores se pagan carísimos. Son por orden: Economía, Defensa, Interior y Asuntos Exteriores. Una declaración mal hecha, una confusión terminológica o una comentario a destiempo y donde no había nada, puede surgir un enorme problema de difícil resolución.
Y todo esto venía a unas declaraciones de nuestra ínclita canciller Jiménez y la situación en Libia. Hace un par de semanas, la situación parecía clara: Gadafi se batía en retirada y otro tirano depuesto. Para tratar de ocultar la incompetencia en el repatriado de ciudadanos españoles, surgieron unas declaraciones sobre la legitimidad del régimen de Gadafi (de 24 de febrero) y una intervención televisiva sencillamente sonrojante:
"Lo que está ocurriendo en Libia es absolutamente inaceptable."
En aquel momento, todo parecía hecho. Un dictadorzuelo menos en una zona terriblemente inestable.
Sin embargo, el tiempo pasa, y las cosas no parecen tan claras.
Pongámonos en un escenario posible: Gadafi recupera el control de su país a sangre y fuego (como parece esta haciendo). ¿Qué ocurrirá con las inversiones de nuestras empresas? ¿Con qué cara tendrá que ir Bernardino León, ministro de exteriores in pectore a pedirle al dictadorzuelo que no toque mucho a Repsol o a Telefónica? ¿No habría sido mejor mantener un prudente silencio o la típica verborrea diplomática, a sabiendas que no habría intervención militar internacional evitando el bombardeo de población civil?
No entraremos a valorar lo cobarde de nuestras democracias, que a sabiendas de que Gadafi es un indeseable y que bombardea a su país, nos la cogemos con papel de fumar en lo de establecer cualquier medida más allá de la sempiternas sanciones económicas.
Pero... ¿podíamos esperar algo más de la chica de la cazadora de cuero y la sobrinísima del ex-fiscal Villarejo?
Un saludo a todos
En aquel momento, todo parecía hecho. Un dictadorzuelo menos en una zona terriblemente inestable.
Sin embargo, el tiempo pasa, y las cosas no parecen tan claras.
Pongámonos en un escenario posible: Gadafi recupera el control de su país a sangre y fuego (como parece esta haciendo). ¿Qué ocurrirá con las inversiones de nuestras empresas? ¿Con qué cara tendrá que ir Bernardino León, ministro de exteriores in pectore a pedirle al dictadorzuelo que no toque mucho a Repsol o a Telefónica? ¿No habría sido mejor mantener un prudente silencio o la típica verborrea diplomática, a sabiendas que no habría intervención militar internacional evitando el bombardeo de población civil?
No entraremos a valorar lo cobarde de nuestras democracias, que a sabiendas de que Gadafi es un indeseable y que bombardea a su país, nos la cogemos con papel de fumar en lo de establecer cualquier medida más allá de la sempiternas sanciones económicas.
Pero... ¿podíamos esperar algo más de la chica de la cazadora de cuero y la sobrinísima del ex-fiscal Villarejo?
Un saludo a todos
<< Home