martes, septiembre 07, 2010

Cuando lo extraordinario debería de ser normal

Muy buenas a todos:

Me resulta curioso que hoy los medios desafectos a este régimen apenas hayan comentado la noticia verdaderamente importante. Porque no nos engañemos: las gilipolleces, propaganda y despilfarro de los sindicatos no son noticia. A saber:



Mucha fanfarria, mucha memoria histórica pero al final el Tribunal Supremo sigue en su inexorable camino de juzgar al juez campeador por prevaricación. Algunos piensan que este sujeto está "amortizado", que en el ocaso del zapaterismo, esta reliquia del felipismo tiene sus días contados.

Sin embargo, como penúltimo juguete roto de la Izquierda sectaria, no creo que se vaya por la puerta de atrás. Su despedida, sospecho no será silenciosa. Este sujeto almacena mucha información y muchos trapos sucios. El problema es que tiene demasiadas facturas pendientes y sus "amigos" no creo que le sirvan para eludir el pago. Cebrian y PRISA tienen problemas de mayor enjundia como para ir dando jabón a un antiguo asalariado. Botín, como destinatario de su instrucción amable, no querrá acercarse a él; y por supuesto, toda la vieja guardia del PRISOE, el chicos del GAL, le esperan impacientes.

Y pensemos que no solo está la prevaricación de las fosas, le esperan las escuchas ilegales a unos abogados y el vergonzante cobro de algunas entidades "amigas". De modo que puede que se pudiera escapar de uno, pero de tres procesos no creo. Y más cuando su amigo, el tío de Trini (el fiscal Villarejo) mentó pasados franquistas y torturadores. Ahí selló su destino.

En cualquier caso, los que consideramos a su némesis el magistrado Gómez de Liaño, como nuestro héroe (junto al malogrado Barbero) tenemos una pequeña satisfacción moral.

Al final, siempre al final, la Justicia se acaba imponiendo.


Un saludo a todos


Mortgage