miércoles, junio 30, 2010

Si al final nos salvará la pelotita

Muy buenas a todos:

He de decir que no soy futbolero. Creo que habré jugado dos docenas de veces en toda mi vida, ya bien metida en la treintena. Disfruto con el baloncesto y siento pasión por el rugby, pero el futbol nunca me llamó.

Pero una cosa que todavía me sorprende es la pasión, el furor y la emoción que despierta en casi todo el mundo el futbol, y en especial, lo que nos está ocurriendo con la selección española. A mí me es indiferente que la llamen "La Roja", "La Nacional" o cualquier otra cosa.

Sin embargo, alegra hasta cierto punto la vista la cantidad de banderas que hay en los balcones y que reflejan que la gente siente algo por esos colores y esa gente que participando en nuestro nombre, llevan el nombre de nuestro país allá donde van.

En el fondo lo reconoceré: algo de envidia siento de los futbolistas (y a los deportistas de alto nivel en general). Y aunque también sea por los millones que se embolsan; la posibilidad de representar a tu país, tiene algo de mesiánico y de responsabilidad, que ojalá pudiera disfrutarlo en algún momento de tu vida.

Ellos son afortunados. Nosotros simples mortales.



Un saludo a todos


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