35 años

Muy buenas a todos:

Con esta son ya las mil entradas en este blog. Mil entradas donde hemos hablado de todo, o de casi todo. Mucha política, aunque también hemos hablado de cultura, deportes, espectáculos, etc... Desde la marcha de sus fundadores (Jechdina y MisterX) hasta aquí hemos considerado este blog como un espacio para opinar sobre cualquier tema que nos venga bien y de igual modo, como un sito donde poder señalar donde las cosas no están bien o simplemente no nos gustan.

Una mezcla de vagancia, agobio laboral y falta de inspiración me ha llevado a guardar silencio hasta hoy, que tras despachar algunos asuntos y poniendo a calentar una pizza en el horno, me puedo poner delante del ordenador a escribir un ratillo. Y como no podía ser menos, es para hablar sobre la Constitución.

Podríamos hablar no ya horas sino días de la Constitución, sus características, su evolución, los nazionalismos, la corrupción, el papel de la Corona, etc... Sin embargo, en algo podemos estar todos de acuerdo. El modelo está agotado. El andamiaje político con el que nos dotamos hace 35 años amenaza con derrumbarse si no se afrontan cambios profundos. Muy profundos.

A grandes rasgos, tres elementos han socavado la constitución vigente, convirtiéndola en papel mojado:

- el nazionalismo separatista
- la corrupción política de los partidos políticos
- el reparto entre los políticos del poder judicial

Como no podía ser menos, ha sido la clase política la que se ha cargado la constitución. Ni más ni menos. Al principio, el PSOE se "quedó" con el poder judicial mediante la reforma de su Ley Orgánica y cuando por su corrupción galopante, necesitó de los nazionalistas, estos se cobraron el peaje consiguiendo una explosión de competencias, que ahora mismo nos ha llevado a la actual situación.

Pero seamos realistas: el PP no le fue a la zaga. Cuando los necesitó (a los nazionalistas) también pactó con ellos y por supuesto, sus ansias de reformar el Estado y volver al punto de partida desaparecieron en cuanto tocaron la moqueta ministerial. Y de la corrupción y despilfarro, mejor no hablar.

Estas dos últimas semanas, ha sido vergonzoso el reparto de la cúpula judicial por parte del PSOE y del PP. Si había algún inconsciente que pensaba que Rajoy tenía pensado dar un golpe de timón a la política española... que se siente. El gallego gobierna por agotamiento (de los problemas) y tiene la misma iniciativa que una ameba. Rodeado de un grupo de tecnócratas aduladores sin nervio político, espera simplemente a que los problemas se resuelvan ellos solos.

Y mirar al PSOE es deprimente: el principal adalid de la corrupción, el sr. RuGALcaba gobierna un barco al que el nazionalismo (vasco y catalán) ha abierto dos vías de agua y amenaza con el hundimiento. Si al nazionalismo le añadimos el lastre de la corrupción, ya está todo dicho.

Y mientras tanto, ¿qué hacer? Síntomas de cambio se empiezan a ver. C´s, UPyD y las elecciones europeas pueden ser un aldabonazo en la conciencia nacional. La gente, cuando había trabajo, le daba todo igual. Sin embargo, con la crisis económica, los lujos y despilfarros no se toleran y esa situación puede catapultar a esos dos partidos al "estrellato". ¿Incurrirán en los mismos errores que PP y PSOE? ¿Llegarán a sustituirles? ¿Influiran decisivamente en la política nacional? El futuro nos lo dirá.

Como leía a un columnista de mandanga: "La constitución nos ha dado 35 años de paz y progreso económico como jamás hemos disfrutado en la historia de España". Si hubiéramos tenido unos políticos de altura y un texto constitucional mejor escrito, no tengo la menor duda que hubieran sido 50 años de paz y progreso.



Un saludo a todos