domingo, noviembre 17, 2013

Alejo Vidal-Quadras

Muy buenas a todos:

En mi paseo por las cabeceras digitales en español, me he encontrado una columna cuando menos curiosa de D. Alejo Vidal-Quadras. Referente del PP catalán allá por los noventa, fue laminado por Aznar como tributo para conseguir los votos de CiU en la primera legislatura. 


Este tipo me genera sensaciones contradictorias. Por un lado me parece un tipo cultivado, con un buen andamiaje intelectual y un polemista nato. Sin duda, puede que para un debate político no valga, pero no tengo duda que como ideólogo o como redactor de discursos, debe de ser un tipo sobresaliente. 

Sin embargo, su pertenencia a la clase política española me produce cierto "mosqueo", porque en un ejercicio de pura coherencia, si consideras que los partidos políticos son una cueva de ladrones, que tienen secuestrada la democracia o que simplemente están mercadeando con la soberanía nacional poniéndose bajo la bota del nazionalismo tanto catalán como vasco... no sé lo que hace de europarlamentario del PP. Más teniendo en cuenta que el Parlamento Europeo es un cementerio de elefantes y un desván para políticos incómodos. 

Sin perjuicio de todo lo anterior, hoy le he leído en la columna que tiene en Vozpopuli. Y sinceramente, es toda una carga de profundidad para esta institución tan peculiar como la monarquía española. En la citada columna (La Monarquía como referente) lanza algunos dardos envenenados sin poner nombres ni apellidos... pero un lector normal sabe de quien está hablando. El penúltimo párrafo es un disparo para la Infanta... ¿y quizás para S.M. el Rey?

Su comportamiento ha de ser ejemplar en todos los órdenes, su dedicación absoluta, su abnegación ilimitada y su preparación para su difícil tarea, completa y continua. Y, por supuesto, estas características tan exigentes se extienden al entorno familiar inmediato del soberano que, en lógica contrapartida a los privilegios que le proporciona su estatus, debe corresponder con conductas impecables. Si un miembro de la familia real olvida estos hechos evidentes y enloda con sus actos la dinastía, si actúa con venalidad, zafiedad o frivolidad ofensivas, si en vez de mostrarse como un referente y una guía moral provoca la repulsa y la indignación de la ciudadanía, sólo le queda una salida digna: la renuncia a sus derechos dinásticos y a sus títulos, la aceptación de las resoluciones judiciales y la desvinculación total de la Institución a la que ha dañado.

¿Las conductas impecable se refieren a la amante del Rey, Corinna o sólo nos quedamos en Urdangarín y su latrocinio? En cualquier caso, da gusto leer a gente que de vez en cuando lanza una patada al sistema. Aunque no vaya a tener efectos.



Un saludo a todos


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