martes, abril 09, 2013

Murió la última

Muy buenas a todos:


Ayer murió la última. Descanse en paz aquella que junto a Ronald Reagan y al Papa Juan Pablo II hicieron que el comunismo se derrumbara como un castillo de naipes. Ya sólo por eso pasará a los libros de Historia como la mejor primer ministro del Reino Unido desde Winston Churchill.


Sin embargo, su inquebrantable fidelidad a unos principios la hizo digna de ejemplo. Cuando los políticos se pliegan a la demoscopia y malvenden sus principios por el simple detentar el poder, esta mujer demostró que la política todavía puede ser una profesión noble... y decente. Su frase, sencillamente soberbia: "Yo no soy una político del consenso. Soy una política de convicción."

Y para acabar: de vergüenza ajena las loas que surgen del Partido Popular glosando su ejemplo y su actuación como ejemplar. Lamentable que gente como Aznar y su "delfín" Rajoy apelen a su memoria cuando ellos han sido los primeros en vender sus principios y su acción de gobierno por las encuestas y el acceso al poder.



Un saludo a todos


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