miércoles, noviembre 24, 2010

¿Y qué hacemos con el traidor?

Muy buenas a todos:

Dentro del PP, a menos que sean tan estúpidos como aparentan hay un problema grave. Y ese problema no es otro de Gallardón. Y no incidiremos aquí en su carácter de traidor reconocido dentro del partido. Estamos hablando de las elecciones municipales del próximo año.

Hemos de señalar que a pesar de que los resultados que se barajan en las encuestas son magníficos, por cuanto que al menos dos comunidades históricamente vinculadas al PRISOE (Castilla-La Mancha y Extremadura) pueden pasar a manos populares y un gran número de ayuntamientos seguiran ese camino, hay un problema: Madrid.

La desastrosa gestión de este socialista en lo económico puede comprometer lo que sería la más importante victoria en unas elecciones a nivel nacional desde la constitución de 1978. El mapa de España casi en su totalidad de color azul, salvo Cataluña, el País Vasco, Andalucía... y la ciudad de Madrid. Lamentable.

¿Responsables de esta situación? El primero de ellos, el propio interesado. Regando de subvenciones públicas todos los saraos, chiringuitos, chollos y demás pesebres progretas, pensó que estará protegido de los arreones sucialistas. Y teniendo como padrino a Fraga, además de ser el protegido de Arriola, o cuando menos su ejemplo de político centrista y rendido a los argumentos izquierdistas, ambos flancos (Izquierda y Derecha) quedaban cubiertos. Eso sí, cuando se ha arrastrado ante Rodríguez I el Traidor para refinanciar su monstruosa deuda... "¡¡ZAS!! En toda la boca..."

El segundo de ellos: Marianico Rajoy. Él fué quien lo mantuvo cuando el déficit pasó de ser preocupante a ser sencillamente monstruoso. Quizás pensó que teniéndolo ocupado, con su M-30 y sus Olimpiadas, abandonaría la idea de conspirar dentro y fuera del PP con algunos lerdos. Eso sí, si el gallego sabe jugar bien sus cartas, puede decapitar a Gallardón sin hacer mucho ruido y eliminar a un indeseable del PP. Pero claro, para que eso ocurriera, Rajoy debería de ser un político inteligente y con coraje. Y eso es algo que no abunda en la zona noble de Génova (ambas cualidades).

El tercer responsable: Aznar. Si sabe que le intentó traicionar en el 96, ¿por qué mantenerlo? ¿Por qué darle un escaparate perfecto para socavar al partido y al lider del PP? Hábil maniobra fue atraerse a Ana Botella para conseguir el favor aznarita. Lo cual demuestra que Aznar, aun siendo uno de nuestros mejores políticos, no es ni con mucho la eminencia que de él se quiere ver en muchos sectores del centro derecha español.

¿Y el cuarto responsable? Pues todos aquellos que depositaron su papeleta en el 2007 a favor de este sujeto. Porque ya empieza a ser necesario considerar que el voto no es solo un derecho que se ejerce cada cuatro años, con una lealtad rayando con la sumisión canina, sino en una ejercicio de responsabilidad.

Y ahí, muchos madrileños cerraron los ojos y prefirieron votar al chico de Aznar y Rajoy y no velar por sus intereses como ciudadanos. Pues todos aquellos que le votaron, que se acuerden en mayo de 2011 de Gallardón cuando les ha subido las tasas de basura, el I.B.I. y les acribillan a multas de todo tipo. Como se dice coloquialmente: "Haber elegido muerte".


Un saludo a todos


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