¿Y qué hacemos con el traidor?
Muy buenas a todos:
Dentro del PP, a menos que sean tan estúpidos como aparentan hay un problema grave. Y ese problema no es otro de Gallardón. Y no incidiremos aquí en su carácter de traidor reconocido dentro del partido. Estamos hablando de las elecciones municipales del próximo año.
Hemos de señalar que a pesar de que los resultados que se barajan en las encuestas son magníficos, por cuanto que al menos dos comunidades históricamente vinculadas al PRISOE (Castilla-La Mancha y Extremadura) pueden pasar a manos populares y un gran número de ayuntamientos seguiran ese camino, hay un problema: Madrid.
La desastrosa gestión de este socialista en lo económico puede comprometer lo que sería la más importante victoria en unas elecciones a nivel nacional desde la constitución de 1978. El mapa de España casi en su totalidad de color azul, salvo Cataluña, el País Vasco, Andalucía... y la ciudad de Madrid. Lamentable.

El segundo de ellos: Marianico Rajoy. Él fué quien lo mantuvo cuando el déficit pasó de ser preocupante a ser sencillamente monstruoso. Quizás pensó que teniéndolo ocupado, con su M-30 y sus Olimpiadas, abandonaría la idea de conspirar dentro y fuera del PP con algunos lerdos. Eso sí, si el gallego sabe jugar bien sus cartas, puede decapitar a Gallardón sin hacer mucho ruido y eliminar a un indeseable del PP. Pero claro, para que eso ocurriera, Rajoy debería de ser un político inteligente y con coraje. Y eso es algo que no abunda en la zona noble de Génova (ambas cualidades).
El tercer responsable: Aznar. Si sabe que le intentó traicionar en el 96, ¿por qué mantenerlo? ¿Por qué darle un escaparate perfecto para socavar al partido y al lider del PP? Hábil maniobra fue atraerse a Ana Botella para conseguir el favor aznarita. Lo cual demuestra que Aznar, aun siendo uno de nuestros mejores políticos, no es ni con mucho la eminencia que de él se quiere ver en muchos sectores del centro derecha español.


Un saludo a todos
<< Home