Alcorcón, ¿hecho aislado o síntoma?
No ha dejado a nadie "frío" los incidentes acaecidos en Alcorcón, una ciudad dormitorio del sur de Madrid, feudo tradicional de la izquierda. Para los que viven (para su felicidad) sin medios de comunicación el resumen es sencillo:
Un grupo más o menos numerosos de latino-americanos, asociados bajo una banda juvenil llamada "Latin Kings" ha ido sembrando de inseguridad el pueblo de Alcorcón. Pequeños robos a los jóvenes de la localidad, acaparan instalaciones deportivas, amenazas, etc...
Sin embargo, el pasado sábado, un grupo de esos "Latin Kings" atacó a un grupo de jóvenes con palos y armas blancas. El saldo, cuatro heridos, uno de ellos grave, por haber recibido 6 puñaladas.
En respuesta, el domingo, un número bastante numeroso de jovenes, aproximadamente 700, dicen algunas fuentes, salieron literalmente a"la caza del sudaca" por las calles de Alcorcón. Aunque fueron disueltos por la policia y se han practicado algunas detenciones, parece que se están organizando "cacerías" para este sábado.
Por supuesto, el alcalde y concejales "progresistas" (del PRISOE e IhU) niegan que esto sea una cosa generalizada, y que se trata de un hecho aislado. Mentir siempre sale gratis a la Izquierda, y no seré yo quien trate de desmontar estas afirmaciones gratuitas, pero debemos de reflexionar seriamente sobre lo ocurrido. Y mi reflexión es muy sencilla:
¿Debemos de cambiar de política en relación a la inmigración? Y si es un sí, ¿qué deberíamos de hacer?
Parece obvio que la respuesta a la primera pregunta es clara: sí debemos de cambiar de política de immigración. ¿Hacia qué dirección? Buena pregunta. Parece lógico que endureciendo la entrada de extranjeros y sancionando con mayor rigor la comisión de delitos por parte de extranjeros. Pero es lógico que estos pandilleros ya son la primera generación que ha vivido en España. ¿Qué hacer con un ecuatoriano o un sudamericano que no se integra o que ve como vía de integración la delincuencia organizada en bandas juveniles?
Pues educación. Educación y disciplina. Esa de la que tanto carecemos en nuestros colegios y que tanto los "pedagogos progresistas" como los padres que parecen olvidarse de esa condición, quieren hace rpasar al resto de la sociedad. No es culpa de la sociedad ni del ambiente que un dominicano vaya con un cuchillo de 20 centímetros y apuñale por la espalda a otro, ya sea extranjero o no.
Por supuesto, en este asunto podemos hacer dos cosas: o mirar a otro lado y aplicar remedios "de abuelita feliz", o ponerse las pilas y empezar a actuar. Nada de esperar al Gobierno, con falsas palabras de conciliación y gilipolleces gaseosas. Una vuelta a la disciplina, el orden y el respeto en los centros educativos y mano dura contra la delincuencia, venga de donde venga, y la practique quien la practique.
Porque todos esos jóvenes de Alcorcón, votantes mayoritarios de izquierda, sin mucha formación y con ganas de bronca, son caldo perfecto para partidos del tipo Alternativa Española o Alianza Nacional, grupúsculos de extrema-derecha.
No será porque no lo avisamos.
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