jueves, noviembre 05, 2015

Si es un golpe de estado, ¿por qué no lo para Rajoy?

Muy buenas a todos:

Leyendo la prensa diaria (digital), me he encontrado con un artículo de Pablo Sebastián que resume mi parecer sobre lo que ocurre en Cataluña. ¿Por qué no se para esto?



He leído las providencias del Tribunal ¿Constitucional? que desestimaban la paralización del famoso pleno y me parece simple palabrería tendente a justificar la enésima bajada de pantalones de un organismo cuyo prestigio es residual.

Por otro lado, es lamentable ver el coro de periodistas y terminales mediáticas del gobierno, hablando de prudencia, moderación y proporcionalidad en el comportamiento del Gobierno de la Nación, mientras los nazionalistas siguen su camino hasta una declaración formal de independencia.

No me han parecido mal las reuniones con otros líderes políticos, con los sindicatos y los empresarios, y si me apuras, que Rajoy hasta se reúna hasta con Villar y Tebas (ironía off). Pero desgraciadamente, ya ha llegado el momento de empezar a usar el Código Penal y el arsenal jurídico que nos brinda el ordenamiento para acabar con esta puñetera m... La Fiscalía y la Abogacía del Estado ya tendrían que estar movilizados y no tres grupitos parlamentarios. Al final, por más que traten de evitar la foto, será necesario que los Mossos o la Guardia Civil sean los que acaben con esta opereta, con esposas y detenidos.

¿Y por qué ocurre todo esto? Pues es triste decirlo pero este modus operandi marianista se debe a... las elecciones generales. En vez de pensar en como solucionar el problema de unos políticos corruptos que en Cataluña se han convertido en una mafia con barretinas y butifarras, da cada paso pensando en sus antiguos electores. Esos que huyeron por la corrupción y las mentiras de una política económica más propia de un estado socialista que no de una economía moderna. Mucha declaración grandilocuente, mucha voz hueca simulando hondura y gravedad en el fondo... pero todo acaba en formas inútiles que no dan solución a esto.

Que triste pensar que Aznar tuviese que optar entre este tipo, Rato, Oreja y Acebes. Da miedo pensar de los mimbres de los que se forman los cuadros de dirigentes del Partido Popular.



Un saludo a todos


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