El Albañal Constitucional

Muy buenas a todos:

He dejado que pasaran un par de días antes de ponerme a escribir sobre el Tribunal Constitucional. No tenía cuerpo para hablar de unos sujetos que se han comportado como simples lacayos del peor gobierno de España en los últimos 200 años. Pero antes de hablar, me gustaría hacer unas precisiones sobre el TC.

El Tribunal Constitucional NO ES un órgano del Poder Judicial. Es decir, que aunque se llame tribunal, no está integrado dentro de la estructura del Poder Judicial. Dentro de la teoría constitucional, el Tribunal Constitucional está fuera de la tradicional división de poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), siendo un poder autónomo e independiente a los tres anteriores.

Los miembros que lo integran NO SON MAGISTRADOS. Evidentemente, hay magistrados nombrados para ocupar sus plazas, pero la mayoría de sus miembros proceden de las universidades o de la práctica jurídica (abogados).

Hechas estas precisiones, pasemos a analizar lo cuasi-delictivo de la sentencia de Bildu y el comportamiento infame de los magistrados del Tribunal Constitucional.

¿Por qué es tan sangrante la sentencia del Tribunal Constitucional? En mi opinión, no es por qué estemos hablando de ETA y sus terminales partidistas sino por dos elementos que con los gobiernos del PRISOE se suele dar, pero en este caso, corregido y aumentado.

Por un lado, el Tribunal constitucional SE HA EXTRALIMITADO en sus funciones de una manera escandalosa. Aunque no es la primera vez, esta extralimitación ha sido tan burda y grosera que hace daño a la vista. Nos explicamos:

El TC nunca (o casi nunca) entra a valorar los hechos que enjuicia. Es decir, que los hechos que han sido fijados por el tribunal sentenciador (en este caso el Tribunal Supremo), el TC se dedica a analizar sobre si los mismo se ha hecho una correcta aplicación de la Ley y en especial de la jurisprudencia constitucional.

Sin embargo, y en este caso, no solo no ha realizado un análisis constitucional de la sentencia del TS, sino que ha entrado a analizar los hechos, y sobre todo, las consecuencias de la aplicación de la Ley de Partidos. En mi humilde opinión, si alguien quiere querellarse contra el Pleno del Tribunal Constitucional (salvándose los magistrados que emitieron voto particular) no es el camino el delito de prevaricación o similares, sino el delito de usurpación de funciones judiciales del artículo 508 del Código Penal.

Pero si lo anterior ya es preocupante, el hedor de la sentencia como instrumento en la rendición con ETA por parte de los sucialistas es insoportable. El ver como Pascual Sala, brazo ejecutor del socialismo patrio en los tribunales, se indigna por dudar de su integridad es como ver a una prostituta quejándose de que la llamen puta. Ese sujeto, que ha sustituido la recta interpretación de la ley, por un servilismo rayano en la esclavitud a unas siglas que nos llevan al desastre, es el mejor ejemplo de como las togas, adecuadamente adoctrinadas, son capaces de causar mayores daños que el político más incompetente. Garzón es el otro ejemplo.

Que entre la minoría discrepante haya habido incluso un magistrado propuesto por los socialistas demuestra lo burdo y maloliente de una sentencia que mantiene a ETA en las instituciones y que pone a las claras que Rodríguez I el Traidor está dispuesto a fiarlo todo a una estrategia: que la pazzzzzzz con ETA sea su baza electoral para el 2012. Si con ello, tiene que destruir definitivamente al maltrecho TC, le importa un carajo. El socialismo aplica con maestría la frase de Maquiavelo: "El fin justifica los medios". Ya intentó liquidar a ETA a base de tiros en la nuca, cal viva y robo de fondos públicos, ahora se ha pasado al lado de la rendición/negociación.

Lo dicho, un repugnante albañal constitucional. ¿Qué hacer? Yo he perdido toda confianza no solo en que el PRISOE, sino también el PP, reformen la Ley y reconduzcan al Tribunal Constitucional como lo que debería ser: el guardian de la Constitución, y no un tribunal al servicio de los políticos como es ahora.



Un saludo a todos