lunes, febrero 01, 2010

Hijo de puta, ¿quién no?

Muy buenas a todos:

La "rajada" de la presidenta Aguirre contra Gallardón en un acto demuestra que el PP no es la apacible unanimidad soviética que parece (y padece) el actual PRISOE. No deja de ser curioso que mientras que la necesidad de modificar el sistema de pensiones, la más que probable reforma laboral y un severo recorte del gasto público no genere en el partido del gobierno más que la abstención de dos miembros de su ejecutiva.

Frente a una unanimidad basada en el apego al puesto, a la prebenda o al carguito en el ministerio, el PP se lanza (la mayor parte de las veces) a una guerra de liderazgos, de proyectos y de concepción política que parece agotar la paciencia a su cuerpo electoral. En la batalla política para desactivar el submarino socialista que es A.R.G., las fintas, las declaraciones gruesas y las camarillas están funcionando a las mil maravillas.

Como siempre digo, no se es muy liberal cuando se está actuando de modo tan obsceno en la colocación de un político como Rato en los mandos de Cajamadrid. Pero es evidente que cuando tu supervivencia política depende de quitarle la financiación a tu rival (como es Blesa) los principios pueden dejarse a un lado. Y esa es quizás la razón por la que sigo poniendo algún pero a Esperanza Aguirre como posible lider del PP a nivel nacional.

Porque es evidente que colocar a A.R.G. al mando del PP es como querer apagar un fuego con napalm. Al menos podemos decir que Aguirre no tiene pelos en la lengua.



Un saludo a todos


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