Debates electorales en TVE: sospechas y confirmaciones
Con mucho interés he seguido los dos debates electorales que la Primera ha ofrecido en horario de máxima audiencia. Porque no hay que engañarse, colocar el principal altavoz del Gobierno socialista en manos de dos candidatos del PP a los que aparentemente les van muy bien las encuetas, es como para sospechar. Y efectivamente, tenía razón.
El formato por parejas ha resultado muy beneficioso para los candidatos de izquierda. El tener por en medio un descansito ha permitido tener una mayor soltura a Simangas frente a Esperanza Aguirre en el último debate.
En la primera parte (Sabanés-Aguirre) la candidata de IhU ha sabido manejar con soltura la típica verborrea "progresista", mientras que en mi humilde opinión, Esperanza le ha faltado pegada y capacidad de improvisación. Sí, ya sé que los datos que maneja Esperanza Aguirre sobre su gestión son de por sí demoledores, pero todo buen político debe de remachar aún más sus aciertos. Y si ya de paso, ridiculizamos al contrario, mucho mejor.
El intermedio (Sabanés-Simangas) ha debido de causar grandes orgasmos en todos los progres. Todos y cada uno de los tópicos han funcionado. En cualquier otro país hubiera causado sonrojo. En España, es alternativa de gobierno. De pena.
La última parte (Simangas-Aguirre), ha sido la realmente interesante. Simangas con topicazos (especulación, lo público frente a lo privado, derechos garantizados con leyes) frente a las consignas (un poquitín acartonadas) de Esperanza. Un poco más suelto al socialista pero como antes, los datos avalan a Esperanza.
Conclusión: no ha habido un ganador claro.
El formato de debate a tres bandas ha favorecido una agilidad y un intercambio de críticas mucho más fluido que el otro formato. En eso, Gallardón es con diferencia el mejor político del PP.
Ignorando al candidato de IhU desde el primer momento, el cruce de descalificaciones entre Sevaostiar y Gallardón ha sido espectacular. La primera referencia a la guerra de Irak y al 11-M ha sido la mayor muestra de torpeza política y estupidez que yo he visto en mucho tiempo.
Abrir tu intervención como candidato a la alcaldía refiriendose a esos temas, como muy bien señaló Gallardón, ha sido la demostración más clara y patente de desesperación que nos ha regalado el candidato socialista. Simplemente va a ser aplastado por el popular. En todo momento, Gallardón jugó a la contra, y viendo el programa del PRISOE en Madrid, uno no sabía si era un producto "manufacturado" en la fundación Pablo Iglesias o por un afiliado del PP infiltrado en filas sociatas. Demoledor Gallardón.
Pero al margen de las sucesivas puyas, puyazos y toda suerte de rejones que le "suministró" Gallardón a Sevaostiar, lo que fue definitivo para el ex-jefe de la oficina económica de prevaricación del presidente, fue la tan traída y llevada pregunta de las relaciones de Gallardón con Montserrat Corulla, la testaferro de Roca, principal imputado de la operación Malaya.
Como muy bien dice el refranero: "Uno es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras". Y en este caso, Gallardón calló e inmediatamente imputó a un afán de enfangar todo más a Sevaostiar, que insistió en lo que para mí ha sido el segundo error del candidato socialista. Porque si lo que te queda de munición ideológica es la guerra de Irak, el 11-M y un posible lío de faldas del candidato contrario, estás muerto políticamente.
Conclusión: Gallardón se llevó todo.
Pero queda Gallardón. ¿Qué mejor forma de presentarlo a un sector importante de votantes del PP como alternativa a Rajoy sino es a través de un debate donde estaba todo el "pescado vendido" y se ha podido recrear en la suerte, frente a un candidato moribundo y un invitado de piedra?
Porque no nos engañemos: los socialistas no hacen nada gratis. Y con Gallardón cerca, mucho menos. Señor Rajoy: tenga cuidado. La serpiente vive bajo su mismo techo.
Aguirre - Simangas - Sabanés
El formato por parejas ha resultado muy beneficioso para los candidatos de izquierda. El tener por en medio un descansito ha permitido tener una mayor soltura a Simangas frente a Esperanza Aguirre en el último debate.
En la primera parte (Sabanés-Aguirre) la candidata de IhU ha sabido manejar con soltura la típica verborrea "progresista", mientras que en mi humilde opinión, Esperanza le ha faltado pegada y capacidad de improvisación. Sí, ya sé que los datos que maneja Esperanza Aguirre sobre su gestión son de por sí demoledores, pero todo buen político debe de remachar aún más sus aciertos. Y si ya de paso, ridiculizamos al contrario, mucho mejor.
El intermedio (Sabanés-Simangas) ha debido de causar grandes orgasmos en todos los progres. Todos y cada uno de los tópicos han funcionado. En cualquier otro país hubiera causado sonrojo. En España, es alternativa de gobierno. De pena.
La última parte (Simangas-Aguirre), ha sido la realmente interesante. Simangas con topicazos (especulación, lo público frente a lo privado, derechos garantizados con leyes) frente a las consignas (un poquitín acartonadas) de Esperanza. Un poco más suelto al socialista pero como antes, los datos avalan a Esperanza.
Conclusión: no ha habido un ganador claro.
Gallardón - Sevaostiar - Pérez
El formato de debate a tres bandas ha favorecido una agilidad y un intercambio de críticas mucho más fluido que el otro formato. En eso, Gallardón es con diferencia el mejor político del PP.
Ignorando al candidato de IhU desde el primer momento, el cruce de descalificaciones entre Sevaostiar y Gallardón ha sido espectacular. La primera referencia a la guerra de Irak y al 11-M ha sido la mayor muestra de torpeza política y estupidez que yo he visto en mucho tiempo.
Abrir tu intervención como candidato a la alcaldía refiriendose a esos temas, como muy bien señaló Gallardón, ha sido la demostración más clara y patente de desesperación que nos ha regalado el candidato socialista. Simplemente va a ser aplastado por el popular. En todo momento, Gallardón jugó a la contra, y viendo el programa del PRISOE en Madrid, uno no sabía si era un producto "manufacturado" en la fundación Pablo Iglesias o por un afiliado del PP infiltrado en filas sociatas. Demoledor Gallardón.
Pero al margen de las sucesivas puyas, puyazos y toda suerte de rejones que le "suministró" Gallardón a Sevaostiar, lo que fue definitivo para el ex-jefe de la oficina económica de prevaricación del presidente, fue la tan traída y llevada pregunta de las relaciones de Gallardón con Montserrat Corulla, la testaferro de Roca, principal imputado de la operación Malaya.
Como muy bien dice el refranero: "Uno es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras". Y en este caso, Gallardón calló e inmediatamente imputó a un afán de enfangar todo más a Sevaostiar, que insistió en lo que para mí ha sido el segundo error del candidato socialista. Porque si lo que te queda de munición ideológica es la guerra de Irak, el 11-M y un posible lío de faldas del candidato contrario, estás muerto políticamente.
Conclusión: Gallardón se llevó todo.
Epílogo
Esperanza Aguirre queda como está. Los candidatos de IhU siguen en su línea de ser meros comparsas del PRISOE. Simangas es carne muerta en el PSM, así como Sevaostiar, el sacrificado de ZP frente a la cabeza de playa del polanquismo en tierras peperas.Pero queda Gallardón. ¿Qué mejor forma de presentarlo a un sector importante de votantes del PP como alternativa a Rajoy sino es a través de un debate donde estaba todo el "pescado vendido" y se ha podido recrear en la suerte, frente a un candidato moribundo y un invitado de piedra?
Porque no nos engañemos: los socialistas no hacen nada gratis. Y con Gallardón cerca, mucho menos. Señor Rajoy: tenga cuidado. La serpiente vive bajo su mismo techo.
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