ESPAÑOLICIDIO

Quedan ya pocos días para que comience el debate sobre el Estatuto catalán, estatuto que, entre otras cosas, puede contribuir a una “guerra civil” entre lenguas.

En Cataluña, los letreros en español desaparecen de las tiendas, de los centros oficiales, de los carteles de las carreteras,… Incluso existe una policía lingüística que afecta a los centros de enseñanza. Todo el que ose utilizar el español para comunicarse será objeto de denuncias por parte de sus vecinos. ¡Increíble! Este tipo de situaciones recuerdan a las denuncias sufridas por muchas personas durante la Inquisición o durante la época de Hitler en Alemania.

El altísimo precio que va a pagar Cataluña será su propio aislamiento: ningún extranjero podrá (ni querrá) ir a estudiar allí, las empresas extranjeras no instalarán allí sus fábricas, los neo-estudiantes no conocerán suficientemente la lengua oficial del Estado común a todos los españoles,…

La riqueza lingüística de una región es, por supuesto, respetable, admirable, y no debe coartarse. Pero la identidad de cualquier nación reside también en su lengua, por lo que cada Comunidad Autónoma española tiene la obligación de contribuir defendiendo el uso del español.

Lejos de cualquier ideología política, si el Estatuto catalán se aprueba, Cataluña verá como un muro se levanta a su alrededor. Un muro del que sólo sus nacionalistas son responsables y sus ciudadanos serán las víctimas: los pro-Estatuto con dinero hablan lo que quieren y llevan a sus hijos a colegios donde, entre otros idiomas, estudian español (sirva de ejemplo el señor Montilla). Los que no pueden permitirse ese lujo, tendrán que enseñar español a sus hijos en la clandestinidad.

¿Cómo se comunicarán los catalanes con el resto de los españoles? ¿En español? No creo, puesto que se arriesgan a ser multados por su propia policía lingüística. ¿En catalán? Lo dudo, los españoles sólo tenemos obligación de conocer y hablar en español. ¿En inglés? Quizá, pero entonces tendrán que dar la razón a quien habló de la “balcanización de España”.

¡Reflexionen señores que están a favor del Estatuto! No cometan el error de aislar a una Comunidad Autónoma del resto de España sólo por su egoísmo y falta de sentido común. Los únicos que saldrán perdiendo serán los catalanes.