Hay mucho burócrata (e hijo de puta) suelto
Muy buenas a todos:
Desgraciadamente en nuestro país empieza a existir una situación lamentable. Por un lado tenemos a unos profesionales trabajando sobre el terreno: militares o policías, destacados en lugares peligrosos y jugándose la vida por nuestro país. Su objetivo, cumplir con su deber y volver sanos y salvos a casa.
Y por otro lado, una piara de piojosos burócratas, que desarrollan habitualmente su trabajo en la mullida moqueta de un ministerio cuya única finalidad es trabajar lo justo para volver a su casita sin que el esfuerzo de una jornada de oficinista les incomode la peli en su casa. Por supuesto, cualquier cosa que suponga una alteración en sus apacibles vidas, debe de ser rechazada, torpedeada, o cuando menos, se hace todo lo que sea para salvar nuestro trasero de nuestra propia incompetencia.
Con la muerte de los dos policías en Kabul, a mediados del mes de diciembre, y tras lo relatado por Libertad Digital en su noticia ("Así fue el terrible ataque a la embajada en Kabul: "Si no entráis ya, vamos nosotros") me asaltan algunas preguntas a las que alguien del Ministerio de Asuntos Exteriores debía de responder:
- ¿quién eligió la localización de la embajada española en Kabul?
- ¿por qué se eligió ese emplazamiento y no otro?
- ¿cuales fueron las medidas de seguridad con las que se dotó a esa embajada?
- ¿qué actividades de contra vigilancia se desarrollaban en esa embajada para prevenir atentados?
- ¿existen informes sobre todo lo anterior o advertencias de los allí destacados advirtiendo de deficiencias en las instalaciones, y los medios humanos y materiales de esa embajada?
En un país normal, con una democracia normal y un gobierno con dos dedos de frente, empezarían a depurarse responsabilidades y el gobierno, de manera rápida y transparente, procedería a informar sobre ello. Sin embargo, estamos en España, Rajoy dirige el gobierno y tenemos a un politicucho petulante al cargo de los asuntos exteriores de España.
En condiciones normales, Margallo debería de dar respuesta a esas cinco sencillas preguntas que he planteado (o parecidas) en la primera comparecencia del gobierno. Sin embargo, esta mierda de elecciones nos ha dejado en una situación que los burócratas adoran: el jefe no puede hacer o decir nada porque no sabe si lo será y mientras tanto, ellos a sestear en el ministerio.
Con la única diferencia que aquí hay dos compatriotas muertos.... y no sabemos si hay responsables sentados en el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Un saludo a todos
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