Dos visiones... y un destino

Muy buenas a todos:

Frente a un PRISOE autista, en plena guerra civil soterrada, y con un PP absolutamente superado por las circunstancias, eso tan rimbombante que se denomina sociedad civil ha empezado a moverse. O por lo menos a dar muestras que ni Belén Esteban, ni la selección española de futbol ni todos los programas de cotilleos juntos pueden hacer que la gente deje de pensar.

No deja de ser curioso que las dos iniciativas más importantes para sacar del marasmo a la sociedad española provengan de gente colocada en las antípodas políticas. Por un lado, Julio Anguita. Por otro: Alejo Vidal Quadras.

No seré yo quien se plantee calificar una y otra alternativa, pues una y otra se califican ellas solitas, sin embargo, la que proviene del centro derecha parece haber detectado los principales males de la sociedad y del estado y promueve soluciones mucho más apegadas a la realidad, que no ese cocktail de marxismo y buen rollito que propugna el Califa Rojo (dicho esto último con el debido respeto).

 Por un lado, Anguita y su visión.

Somos mayoría

Y por otro lado, una amalgama de conservadores, liberales y algún democristiano despistado.

Reconversión

Sí, yo soy de los 14.000 tipos que ya ha firmado el manifiesto porque he de decirlo: me aterra que por una pura cuestión economicista, perdamos de vista un hecho fundamental: son en estos tiempos de caos e incertidumbre cuando las naciones pueden tomar dos caminos: el de la reforma, el avance y la mejora; o por el contrario seguir la senda del estancamiento, el marasmo y el conformismo. Llegados a este punto cuando la partitocracia ha hecho estragos en la nación, es necesario dar un golpe de timón.



Un saludo a todos