Todo esto suena tan extraño
Muy buenas a todos:
Hace ya algunos días, tras las elecciones generales del 20-N saltó la noticia. Uno de los hombres fuertes de Aguirre (Francisco Granados) era cesado como secretario general del PP en Madrid (Aguirre encarga a su vicepresidente, Ignacio González, el diseño del congreso regional).
Por la diestra y por la siniestra, eran muchos los rumores alrededor de las causas del fulminante cese, comunicado al interesado media hora antes de la reunión de la ejecutiva. Los izquierdistas desinformados afirman que Granados estaba involucrado en Gürtel (y dale con la matraca) o en el famoso caso de las escuchas.
El periodismo de derechas se han decantado por dos fórmulas: o falta de confianza por parte de la presidenta regional (sin indagar las causas), y sólo unos pocos se han decantado por la clave sucesoria y la posibilidad de que sea él el que hubiera difundido los rumores de la mala salud de Aguirre y su voluntad de sucederla.
Algo se barruntaba con su desaparición del gobierno regional pasadas las elecciones autonómicas, pero ahora estaba claro. Lo que sí está claro es que Aguirre es ya un tapón a cualquier dirigente del PP madrileño que quiera acceder a la órbita de Mariano Rajoy y acceder a puestos importantes en el partido y en el futuro gobierno. ¿Es eso especialmente bueno o malo? Pues no lo sé, pero lo que demuestra, es que tanto el PRISOE como el PP son estructuras donde la democracia interna brilla por su ausencia y en el que los cesarismos son el pan nuestro de cada día.
¿Cabe la posibilidad de que Granados acabe como dirigente o alto cargo del gobierno Rajoy? Apostaría a que Rajoy, por el solo hecho de fastidiar a Aguirre, es capaz de reservarle algún cargo, cuando menos interesante. Los políticos son así.
Un cordial saludo
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