Conclusiones de ¿un debate?

Muy buenas a todos:

Como muchos millones de españoles, la noche del lunes estuve frente al televisor para ver el debate entre los dos candidatos a la presidencia del gobierno de España. Y sólo puedo decir dos cosas: que me aburrí soberanamente y que Rajoy ya es de facto, presidente del gobierno.

Pero vayamos por partes que hay algunas cosas que decir.

Sobre Rajoy...

Para el votante medio del PP, ayer fue un gran debate. Rajoy se movió con soltura en muchos momentos del mismo. No entró en las burdas trampas dialécticas que le tendió RuGALcaba y en su mensaje fue claro y directo. Es más, algunas de sus respuestas y puyas dialécticas que lanzó al socialista fueron realmente brillantes.

Yo, sin embargo, que pido algo más al candidato del PP lo ví evasivo en algunos aspectos y terriblemente difuso a la hora de defender sus posiciones. Las continuas referencias a la creación de empleo como bálsamo de Fierabrás, me parecieron pura mercadotecnia electoral.

Además, el pacto entre los candidatos de no meter algunos temas en el debate, supuso una adulteración inaceptable. ETA, la corrupción, el desmembramiento institucional de España y el problema de una Justicia viciada quedaron en el limbo. Sencillamente lamentable.

Puedo entender que Arriola, en su cortedad de miras de asesor electoral de pacotilla, le parezca un gran triunfo: se minimizan los riesgos de un fallo o de un problema que tenga consecuencias electorales. Pero los que pensamos que la Política no es solo economía, sino ideas y valores en ejecución, el debate me pareció paupérrimo.

Sobre RuGALcaba

Yo pensaba que alguna jugarreta, que alguna treta o alguna sorpesa nos sacaría al RuGALcaba más venenoso. Pues no. Pellizcos de monja con sus respectivos guiños a la izquierda más ultramontana. Nada más.

Estuve hablando con algunos conocidos y llegué a una conclusión clara. El lunes, el candidato socialista se disfrazó de kamikaze con la única intención no de ganar el debate, sino de causar una gran avería al candidato popular. Y podemos decir que si ya de por sí tenía pocas posibilidades, con las armas que usó en el debate, estaba condenado al fracaso, y así ocurrió.

Estos dos días posteriores, he oído algo entre los comentaristas políticos de izquierdas que me parece acertadísimo: este debate hay que entenderlo en clave interna. Este debate trata de presentar el programa de oposición de RuGALcaba frente a Chacón y a López, los dos barones regionales que le van a morder la canilla a RuGALcaba la misma noche electoral del 20-N.

Sobre Manolito...

La elección del moderador en un debate de estas características es FUNDAMENTAL. Es fundamental porque en un formato tan rígido, que adultera completamente el debate (todo sea dicho), cualquier desequilibrio puede ser crítico.

Y en estas, apareció Manolito Campo Vidal, que dejó mucha manga ancha al socialista para interrumpir, interpelar y en general, molestar al candidato contrario.

En el PP siguen sin aprender que no hay ningún socialista "orgánico" que no vaya a barrer a favor de quienes con subvenciones o cargos institucionales pueden forrarle el riñón.

Conclusiones

El debate, afortunadamente para Rajoy, no moverá un ápice la perspectiva electoral de una holgada mayoría absoluta, superando incluso la de Aznar.

RuGALcaba tiene al adversario al frente (Rajoy) y al enemigo dentro (Chacón y López). Le espera una larga tarea de depuración del partido. O incluso puede ser él el depurado, aunque la presencia de Mister X tratando de tutelar al candidato puede servirle de gran ayuda. Los cuchillos brillan en la noche electoral del 20-N en Ferraz.

Yo, de momento, sigo instalado en una cómoda abstención. ¿Eso me supone la condición de traidor hacia compañeros ideológicos? No lo sé. Pero mi conciencia, de momento, me impide votar a alguien cuya ejecutoria como jefe de la oposición me parece manifiestamente mejorable. En comparación con el Gobierno, es evidente que es sobresaliente. Pero yo trato de elegir políticos, no gestores económicos. Para eso está Botín, González (el del BBVA, no el otro) y a Isidoro Álvarez.



Un saludo a todos