lunes, julio 11, 2011

Cortafuegos en los últimos estertores del zapaterismo

Muy buenas a todos:

El movimiento final de piezas de RuGALcaba con su salida del gobierno, podemos decirlo sin miedo a equivocarnos, no ha sido todo lo satisfactorio que le hubiera gustado. Ha colocado a Salgado como nº 2 del ejecutivo (perfecto para estar enterado de como se cuece la cuestión económica); pero me hubiera jugado el bigote que la jugada soñada por el chico de la cal viva y el GAL hubiera sido atar al sillón de portacoz gubernamental a la Chacón, con la finalidad de mancharla de los últimos estertores del zapaterismo.

Sin embargo, la portavocía del gobierno es un regalo envenenado. No aparecer en los papeles en el último momento permite seguir jugando a la descerebrada ministra de Defensa a ser la posible sustituta de RuGALcaba tras la hecatombe de las próximas elecciones. Reina de los escombros, bonito final para la que se apoyó a Rubianes y su puta España...

Pero eso, siendo como es importante, no eclipsa un hecho que creo es capital en la recta final de esta legislatura: el nombramiento de Antonio Camacho como ministro del Interior.

Hablar aquí del caso Faisán, con todo lo que se ha dicho es perder el tiempo por ya sabido. Es sencillo: desde el ministerio del Interior (desconocemos exactamente el escalón) alguien ordena a la Policía que filtre a ETA una redada. De momento, el magistrado Ruz (de momento bregando con la S.G.A.E.), está al cargo de la investigación.

Sin embargo, es evidente que el nombramiento de Antonio Camacho como ministro tiene una finalidad clara: que el escándalo Faisán no afecte a RuGALcaba durante las elecciones. ¿Y como es eso? Sencillo. Camacho siendo ministro está automáticamente aforado y su enjuiciamiento pasaría inmediatamente a la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo (de manera análoga a los GAL de Barrionuevo y Vera). Y en ese tribunal, el encubridor de la guerra sucia todavía le quedan amigos vestidos de negro y con puñetas...

¿Qué acaba imputado Camacho en unos meses y dentro de dos o tres años condenado? No importa. Ya habrán pasado las elecciones y la posible imputación, ya sea a Camacho o a RuGALcaba no sería objeto de debate electoral. A esto se le llama ser EL CORTAFUEGOS.

Pero si por un lado, Camacho era la decisión buena, el nombramiento del recien defenestrado Pepiño como portavoz, puede poner en aprietos al candidato Pérez. ¿O alguno se cree que Blanco no va a olvidar la traición de RuGALcaba y su exclusión del comité electoral del PRISOE? Sospecho que alguna rueda de prensa nos deparará alguna jugosa declaración de Blanco, dando pataditas en la espinilla a nuestro amigo Alfredo.

Esto promete ser mucha más divertido de lo que me esperaba.


Un saludo a todos


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