domingo, mayo 17, 2015

Victorias... que saben a derrota

Muy buenas a todos:

Pensaba Susana Diez que el adelanto electoral era la solución perfecta a sus problemas. Recuperaba la mayoría frente a una IU que se desangraba por la aparición de Potemos y el PP le ponía delante a un lacayo de Arenas.



Sin embargo, la soberbia, ese pecado tan arraigado en el sucialismo patrio y sus dirigentes (y en general en todos los políticos españoles), la llevó al desastre. Porque su gran objetivo, la mayoría absoluta no solo no se acercó, sino que se alejó, y su precaria aritmética parlamentaria está ahora más comprometida.

Si a eso añadimos que existe una lucha soterrada entre el mundo urbano andaluz y el campo, sobre Susana Díaz se cierne una tormenta perfecta: ceder en las ciudades para poder seguir en la Junta, tanto o más debilitada que antes. Las elecciones municipales de dentro de una semana deparará una lucha encarnizada entre la dirección federal y la andaluza.

¿Y esta era la que le iba a quitar el puesto a Pedrito Sanchez?



Un saludo a todos


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