Muy buenas a todos:
Tradicionalmente, y desde tiempo de la dictadura, siempre se han diferenciado dos tipos de sujetos implicados en Política.
Por un lado tenemos ese político profesional, que se ha ido criando dentro de los diversos escalones de un partido y que finalmente, el darwinismo partitocrático coloca al frente de un ministerio, escaño o incluso presidencia de algo. Políticos con algo de bagaje intelectual (no mucho), cierta tendencia a la demagogia y con ojos y oídos a lo que pueda opinar la calle. Este es el típico ejemplo de político sucialista. Con escaso o nulo andamiaje intelectual y un apetito voraz por el poder.
Por el contrario nos encontramos con el tecnócrata. Suele ser funcionario de nivel medio o alto y ha ido creciendo dentro de la administración pública. Ejerce de déspota ilustrado (todo para el pueblo pero sin el pueblo) y también voraz con el poder, pero sabe que puede volver en cualquier momento a la administración como refugio. O la empresa privada, ya que sus conocimientos y sus contactos dentro de los organigramas ministeriales les permiten ser de mucha ayuda cuando una empresa importante decide concursar. Esto se da muchísimo en el PP, aunque dentro de sus tres grandes familias (conservadores, demócratacristianos y liberales) también concurren políticos profesionales.
Estas dos visiones del ejercicio del poder cada vez más chocan en un mundo donde lo que viste es la pura y dura mercadotecnia y los medios encumbran o arrastran por el fango al más pintado. Políticos sin el menor criterio balbuceando en tertulias consignas patéticas mientras que los tecnócratas carecen de la habilidad de bajarse y fajarse en la arena de los medios con demagogos y cantamañanas.
Esto es en resumidas cuentas lo que es el PP actual. Un grupo electoral de políticos profesionales y tecnócratas alejados de la ciudadanía que son asediados desde fuera por demagogos, medios de izquierda, tuercebotas sin el menor criterio; y por dentro por una corrupción galopante que pudre todo; y unas luchas de poder tan lamentables como nefastas para sus intereses electorales.
¿Y quién va ganando? Pues de momento los tecnócratas por goleada. Salvo Montoro, demagogo y populista como pocos, el resto son viles servidores de Soraya. Rajoy mantiene un silencio de don Tancredo mientras que tras las bambalinas, Soraya ajusta cuentas y depura a políticos profesionales. Su lucha soterrada contra Cospedal se salda por victorias mientras que el flanco más débil, el mediático, se lo ha cubierto consiguiendo financiación para PRISA. Y mientras tanto, Gallardón, Monago y algunos otros son echados a los leones mediáticos como carnaza para la plebe.
El problema es que un país no se gana el poder si no tienes votos que te sustenten. Y estos tecnócratas se han olvidado que dar patadas en el trasero a sus votantes tiene un límite. A los liberales ya les patearon con la deserción del programa económico según se accedió al poder. Subidas de impuestos, gasto público desbocado y administración elefantiásica. A los democratacristianos los laminó con su mantenimiento de la ley del aborto y una ley de educación muy penosa. Y ahora, los votantes conservadores ven como el problema catalán se enquista con un pacto entre Mas y Rajoy, con Arriola como negociador
in pectore de España. Se ha celebrado un referendum de pandereta y Mas saldrá airoso del tema, más gallito y chulo que nunca.
¿Qué podemos hacer los votantes? Yo lo tengo claro. Ya me abstuve de votar a Marianico Rajao estas últimas generales porque sospechaba que iba a traicionar todos y cada uno de sus puntos electorales. Y así voy a seguir. Que el PP salte por los aires, como hizo la UCD me empieza a importar un higo porque como recuerda la frase: "Si no eres parte de la solución, eres parte del problema."
¿Y que hacemos con un PRISOE moribundo frente a un Podemos lanzados a la demagogia? Pues símplemente esperar y ver quien absorbe a quien. Porque lo que está claro es que mientras que el PP puede respirar tranquilo hasta las generales, el PRISOE tiene que luchar a muerte contra un grupo de arribistas financiados por unos ayatolás. De traca.
Un saludo a todos
